Hoy, le copio una receta a mi cuñado :P
Para hacerlo necesitaremos:
- Masa de hojaldre
- 2 morcillas (yo utilicé morcilla de cebolla, pero podeis utilizar la que más os guste)
- 2 cebollas
- 1 huevo
- Sésamo (yo quise poner, pero no encontré :( )
Lo primero que haremos es cortar la cebolla muy finita. De mientras, ponemos en la sartén aceite a calentar, pero a fuego medio-bajo. Añadimos la cebolla a la sartén caliente y dejamos que se haga muy poco a poco y así la cebolla se irá caramelizando por los propios jugos que suelta. Le echamos una pizca de sal y removemos de vez en cuando.
De mientras, extendemos la masa de hojaldre y cortamos pequeños cuadrados de masa. Cortamos la morcilla en pequeños trozos y la ponemos en el hojaldre.
Cuando la cebolla esté lista la ponemos encima de la morcilla y cerramos el saquito y así hasta tenerlos todos.
Los ponemos con papel vegetal en la fuente del horno y con un pincel los pintamos con huevo batido. Los ponemos en el horno a 180ºC y cuando estén doraditos los retiramos.
Están buenísimos!! Además, no ensucia mucho la cocina y es bastante rápido.
Espero que os gusten y hasta la semana que viene! :)
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