Ya suponía que me gustaría el viaje, evidentemente sino, no habríamos escogido hacer una escapada a Turquía, pero he de reconocer que me sorprendió gratamente... no sólo me gusto, la ciudad me encantó!
No es por caer en el tópico pero es verdad que lo que enamora de esta ciudad son sus contrastes, la mezcla de cultura y de religiones, la mezcla de lo moderno y lo antiguo, y la cantidad de colores, olores y sabores!
Una de las cosas que más me gusto fue la mezquita azul, es impresionante vista desde fuera enfrentada con Santa Sofia.
En general he de reconocer que las mezquitas me gustaron más desde fuera que por dentro, que son bonitas pero creo que bastante similares unas de otras. Eso si, la manera en que entra la luz a través de los cristales hace que te te quedes un rato embobado mirando.
También muy destacable el Palacio de Topkapi, residencia de sultanes, y un museo muy importante de la cultura Turca y Musulmana.
Otro de los puntos fuertes de Turquía son sus mercados, esas calles atestadas de gente donde puedes encontrar de todo: delicias turcas, especias, tés, alfombras o imitaciones de casi cualquier cosa.
Y finalmente, os dejo algunas fotos que me gustan mucho porqué reflejan costumbres o detalles que hacen que un viaje como este valga la pena: vimos el baile típico, nos encontramos con una sesión de fotos de una boda turca, o pudimos ver costumbres religiosas diferentes a las nuestras.
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