Esta vez hacemos calabazas decorativas :) Que pueden usarse no solo para la noche de Halloween sino que las podéis convertir en una decoración de otoño para algún rinconcito de la casa.
La manualidad de hoy consiste en pintar calabazas por fuera. Los materiales que se necesitan son:
- Calabazas: yo prefiero comprarlas pequeñitas para así poder hacer un conjunto con varias y que no ocupen tanto en casa.
- Pintura acrílica
- Pinceles
- Cinta de carrocero (o si no tenéis a mano, podéis apañaros con algún washi tape antiguo que tengáis por casa, que es lo que acabé haciendo yo)
El primer paso es lavar las calabazas por fuera y secarlas bien, para que no tengan ningún resto de tierra.
Y una vez las tengáis ya limpias, simplemente hay que armarse de paciencia y empezar a dar capas y capas de pintura, siguiendo el diseño que hayáis escogido.
Yo preparé una con fondo blanco y líneas en dorado, para la que utilicé el washi tape (a falta de cinta de carrocero) porqué sino las líneas a mano alzada no había manera de que me quedaran uniformes.
La otra calabaza la pinté solo en dorado, y para darle un toque un poco diferente añadí purpurina, también dorada, en la parte superior, incluyendo el tallo de la calabaza.
La purpurina cuesta un poquito de enganchar, sobretodo porqué hay que intentar que siga el dibujo que has elegido, y no caiga en el resto de la calabaza. Para que se enganchara bien esperé a que la pintura estuviera seca y añadí pegamento (el mismo que suelo utilizar para manualidades de scrap) solo en la zona donde quería añadir la purpurina.
El resultado me gusta mucho, porqué la combinación de las dos calabazas juntas creo que queda muy bonita, ahora solo me falta encontrarles un espacio en casa :)
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