Para hacerlo necesitaremos:
- 2 dientes de ajo
- Sal
- Aceite
- 1 yema de huevo
Lo primero que haremos es limpiar bien el mortero y ponerlo en una posición que nos sea cómoda, porque estaremos bastante rato trabajándolo.
Pelamos y picamos bien pequeñitos los dientes de ajo y los echamos al mortero. Añadimos un poco de sal y picamos, hasta que esté bien chafado.
Añadimos la yema de huevo y vamos dando vueltas poco a poco y echamos el aceite poco a poco. Muy importante es ser constante y dar las vueltas siempre en la misma dirección. No se puede dejar o se cortará. Cuando esté dura la masa querrá decir que está listo.
Espero que os guste y hasta la semana que viene! :)
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