viernes, 12 de julio de 2013

Receta: Pizza casera.

Llega un momento en que te apetece hacer las cosas por ti mismo y probar. Hace poco me aventuré con la pizza. Me encanta este plato y me hacía bastante ilusión hacerlo todo yo, ¡a ver que tal salía el experimento! y la verdad, está muy buena.

Los ingredientes que necesitareis para la masa son: 3 tazas de harina de fuerza, 1 sobre de levadura de panadería, 210 ml de agua, 1/2 cucharada de sal.
Condimentad la pizza con lo que más os guste, yo utilicé: tomate frito, mozzarella, frankfurt, bacon, cebolla y albahaca fresca y un poco de orégano espolvoreado.

Lo primero de todo: despejad un mostrador de la cocina es muy importante porque lo vamos a espolvorear de harina. No pongáis demasiada tampoco, solo un poco por toda la superfície.
Ponemos los 210 ml de agua a calentar a fuego medio-lento. El agua no tiene que hervir, tiene que estar templada.

Mientras se calienta, cogemos un bol y echamos la harina y la mezclamos con la sal y la levadura. Lo más recomendable es que cuando esté bien mezclado hagamos un pequeño hueco en medio y echemos el agua templada dentro.
Para mezclarlo utilizad una cuchara de madera, ya que no se enganchará tanto la masa y si lo hace, es muy fácil de retirar. Se debe remover hasta que se ha formado una pequeña bola de pasta. Yo tardé unos 10-15 minutos.



Cuando ya tengamos nuestra bolita, la pasamos a la superfície enharinada y la empezamos a amasar. Con la palma de la mano vamos estirando del centro hacia fuera y la doblamos por el medio y le "pegamos" con los puños. El resultado será que se quedará mucho más elástica. En este proceso tardé unos 15 - 20 minutos.
Cuando la tengamos bien elástica, la ponemos en un bol con un pelín de aceite para que no se pegue y lo tapamos con papel film 40 minutos.
Cuando hayamos vuelto será así


La sacamos y la volvemos a aplastar con los puños para eliminar el gas. La cortamos por la mitad y la estiramos con un rodillo o, si no tenemos rodillo, con alguna botella. Personalmente a mi no me quedó  redonda, pero estaba buenísima, la forma no importa.

La dejamos reposar 35 minutos si os gusta la masa más gordita y 15 minutos si os gusta más fina. Mientras reposa, calentamos el horno a 220º hasta que esté a vuestro gusto, normalmente son unos 20 minutos.
Aquí os dejo el resultado final:


De verdad, estaban buenísimas y encima con la satisfacción de hacerlo nosotros mismos. Cuando tengáis un poco de tiempo probadlo, os encantará!
Hasta el próximo viernes! :) 

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